Identidad y filosofía de vida
El examen del jueves lo voy a redactar en base a este texto no es necesario profundizar tanto con que estudien los conceptos generales es suficiente.
suerte.
Vida, muerte y trascendencia de Santo tomas de Aquino y David Hume
Tomás de Aquino
Es el pensador a través del cual la filosofía cristiana en general, y la escolástica en particular, llega a su forma más acabada. Es Tomás un filósofo cuya originalidad no reposa en descubrimientos revolucionarios, sino en su notable capacidad para elaborar sistemáticamente una construcción que logra una síntesis imponente valiéndose de todo el saber conocido en su época. La claridad y el respeto con el que lleva a cabo la exposición de su pensamiento, no es un tema menor. Siempre comienza planteando el problema, luego señala las dificultades, presenta objetivamente opiniones diferentes y finalmente demuestra su propia teoría.
Es difícil trazar un esquema de la totalidad de su pensamiento, porque no se debe perder de vista que antes que filósofo, Santo Tomás fue un teólogo. Su filosofía pone al servicio del cristianismo el saber desarrollado por Aristóteles, razón por la que se ha dado en llamar "aristotelismo cristiano".
Las cuestiones fundamentales que Tomás pretenderá abordar a lo largo de su Summa Teológica serán:
1. La solución al problema entre las relaciones entre la razón y la fe, solución que representa un modelo de equilibrio y es la actitud dominante de la filosofía cristiana y en general en toda la filosofía que pretenda marchar de la mano con las preocupaciones religiosas. Este problema se conocerá con los dos subsiguientes, es decir que de su solución resulta el modo de abordarlos, de manera que estos pueden ser considerados como "muestras" de la teoría acerca de la razón y la fe.
2. Las demostraciones o vías merced a las cuales puede llegarse mediante la razón a conocer la existencia de Dios, y que son modelo de rigor en la argumentación filosófica.
3. Y en tercer lugar, la naturaleza o los atributos de Dios y su modo de conocerlos, cosa que ya en parte al menos se descubre en las "vías".
La armonía entre la razón y la fe
"Todo el secreto de tomismo reposa en este inmenso esfuerzo de honestidad intelectual por reconstruir la filosofía sobre un plano tal que su acuerdo de hecho con la teología parezca como la consecuencia necesaria de las exigencias de la razón misma y no como el resultado accidental de un simple deseo de conciliación".
Históricamente, el planteo filosófico de Santo Tomás, está determinado por la introducción de la doctrina de la doble verdad. Si bien reconoce que la fe y el conocimiento racional son diferentes, postulará que no son opuestos sino perfectamente armónicos. Para su doctrina, la filosofía y la teología tienen un mismo objeto: Dios. Dios será la causa primera de todo ente y estudiado mediante la luz natural (la razón) y será también el fin al que se orienta la salvación del hombre y conocido mediante la luz sobrenatural de la revelación.
Mientras que "allá" se trata de verdades naturales, esas mismas verdades son "acá", sobrenaturales.
Para probar que se trata de dos dominios relacionados en armonía, Tomás se fundamentará en que siguiendo los escritos de un filósofo pagano (que Santo Tomás llama siempre el filósofo) haya podido alcanzar verdades coincidentes con la fe como la mismísima existencia de Dios. Ello será indiscutible muestra de cuan lejos puede llegar la razón sin la ayuda de la fe.
A diferencia de lo que sostenían los partidarios de Averroes, razón y fe no son incompatibles ya que la metafísica y la física aristotélica proporcionarían los principios racionales con cuya ayuda puede construirse una explicación de la realidad coherente, pero también abierta a la fe.
Aquellas verdades que la fe enseñan pueden alcanzarse también mediante la sola razón: que Dios existe, que es uno, incorpóreo, etcétera. Y si Dios nos las ha revelado, en lugar de dejar que la razón las descubriera por sí sola, ello se debe a que son precisas para nuestra salvación y con el conocimiento intelectual difícilmente se logran: si bien en principio todos pueden conocerlas, de hecho las conocen racionalmente solo muy pocos.
Pero la razón no puede alcanzar totalmente a Dios... para la salvación son precisas verdades que superan todo poder de la razón y solo pueden conocerse mediante la revelación, se trata de misterios o verdades sobrenaturales como la Trinidad, la Encarnación, la resurrección... que no son demostrables de modo alguno y se denominan dogmas.
Sin lugar a dudas, el conocimiento racional es más claro que el de la fe y por ello, hasta donde lo racional llegue, hay que preferir tal camino. Pero si por su modo de conocimiento la razón es superior, la fe la excede puesto que su objeto es infinito: Dios, que supera todo cuanto la razón puede alcanzar.
Pero la filosofía (la razón) no debe negar la revelación entonces, sino cumplir su propia función: hacer ver que los misterios no son irracionales sino supra racionales; es decir, que sin ser opuestos a la razón, la superan.
David Hume
Todos los materiales del pensar se derivan de nuestras sensaciones externas o internas. Solo la mezcla y la composición de estas pertenecen al espíritu y a la voluntad. 0, para expresarme en un lenguaje filosófico: todas nuestras ideas, o percepciones más débiles, son copia de nuestras impresiones o percepciones más vivaces".
David Hume, en tanto que filósofo empirista, sostendrá que todo conocimiento procede de la experiencia, sea la experiencia externa (la que proviene de los órganos sensoriales) o de la experiencia íntima (auto experiencia). En esta línea, la obra de Hume, pretende examinar en un análisis de los hechos de la propia experiencia (lo que hoy llamaríamos "hechos psíquicos"), lo que denominará percepciones del espíritu, entendiendo por percepción, cualquier estado de conciencia.
Algunas percepciones son recibidas de modo directo, Hume las divide en: Impresiones de la sensación (sentidos): ejemplo: color, sabor. Impresiones de la reflexión (interioridad): ejemplo: tristeza, angustia.
Las impresiones o representaciones originarias se diferencian de Las ideas o percepciones indirectas o derivadas como La memoria y la fantasía. Puesto que el recuerdo no es un estado originario sino derivado de una impresión, algo similar sucede con la fantasía respecto al porvenir. El término impresión significa todas nuestra percepciones más vivaces, cuando oímos, vemos, palpamos, amamos, odiamos, deseamos o queremos. Y las impresiones se distinguen de las ideas que son las percepciones menos vivaces de las que somos conscientes cuando reflexionamos sobre cualesquiera de esas sensaciones o movimientos antes mencionados" Investigación sobre el entendimiento humano, de Hume.
Agregará Hume, que tanto las ideas como las impresiones pueden ser a su vez complejas o simples en tanto se puedan descomponer o no.
En síntesis, para Hume, todos nuestros conocimientos derivan en forma directa o indirecta, de impresiones, incluso las ideas más complejas, aquellas que por lo menos a primer instancia, parecen más alejadas de la sensibilidad. Un examen detallado, nos referiría siempre a que el origen de tales ideas se encuentra en una impresión. Hume dice, por ejemplo, que uno puede hacerse una idea de una montaña de oro y podría creer que es una producción original de la propia mente, sin embargo, se trata tan solo de una combinación operada por la mente a partir de reunir la idea de otro y la de montaña, ideas que derivan de impresiones previas.
En efecto, para Hume el espíritu humano no tiene otra posibilidad que no sea la de sintetizar, componer, dividir, y yuxtaponer el material suministrado por las impresiones. En este sentido, la actividad del espíritu responde a las leyes de asociación de ideas, a saber: asociación por semejanza, asociación por contigüidad en tiempo y espacio, asociación por causa y efecto.
Concepto de conocer
La epistemología (del griego episteme, "conocimiento"; y logos, "teoría"), es la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico y ha conocido un extraordinario desarrollo durante los siglos XIX y XX.
La epistemología ha sido llamada filosofía de la acción, por su enorme influencia en el trabajo de expertos de las más variadas disciplinas científicas, desde la biología hasta la informática, pasando por las llamadas ciencias sociales, la inteligencia artificial o el feminismo. No obstante, como parte de la teoría del conocimiento o gnoseología, la epistemología tiene una larga historia que nace, como casi todo para nosotros, con los griegos.
En el siglo V aC, los sofistas griegos cuestionaron la posibilidad del conocimiento fiable y objetivo. Gorgias argumentaba que nada realmente existe, que si algo existiera no podría ser conocido y que, si el conocimiento fuera posible, no podría ser comunicado a otros. Protágoras mantenía que no se podía afirmar que la opinión de una persona fuera más correcta que la de otra, pues cada uno es el único juez de su propia experiencia.
Platón intentó dar respuesta a los sofistas postulando la existencia de un mundo de formas inmutables y eternas, las ideas, sobre las que es posible tener conocimiento exacto y cierto. Las cosas que vemos y tocamos son copias imperfectas de las formas puras estudiadas en las matemáticas y la filosofía. Por consiguiente, solo el razonamiento abstracto de estas disciplinas lleva al verdadero conocimiento, mientras que la confianza en la percepción de los sentidos produce opiniones vagas e inconsistentes.
Aristóteles coincide con Platón en considerar el conocimiento abstracto como superior a cualquier otro, pero se diferencia en el método adecuado para alcanzarlo. Aristóteles mantiene que casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. Se obtiene bien directamente, abstrayendo los rasgos definitorios de una clase, o indirectamente, deduciendo nuevos hechos de los ya conocidos, de acuerdo con las reglas de la lógica. ¿Cuál es la relación entre el conocimiento en la persona o su mente y el objeto de su conocimiento? La respuesta de Aristóteles es una de sus más enigmáticas afirmaciones: "El conocimiento real es idéntico a su objeto".
Después de muchos siglos en que decae el interés por el conocimiento racional y científico, el filósofo escolástico Tomás de Aquino y otros filósofos de la Edad Media ayudaron a restablecer la confianza en la razón y la experiencia, mezclando los métodos racionales con la fe en un sistema unificado de creencias.
Desde el siglo XVII hasta finales del XIX, la principal cuestión de la epistemología fue la utilidad de la razón frente a la percepción de los sentidos como vías para el conocimiento. Para los racionalistas, entre cuyos principales exponentes encontramos a Descartes, Spinoza y Leibniz, la fuente principal y la prueba final del conocimiento es el razonamiento deductivo basado en principios auto-evidentes, o axiomas. Para los empiristas, empezando por los filósofos ingleses Francis Bacon y John Locke, la fuente principal y la prueba final del conocimiento es la percepción de los sentidos.
Tipos de conocimiento
Conocimiento cotidiano. La enorme variedad de conocimientos que son posibles de adquirir suelen clasificarse según el modo de adquisición (método empleado para ello) y el grado de esencia que contiene en conocimientos cotidianos y conocimientos científicos. Como la palabra indica, el conocimiento cotidiano es aquel que se adquiere en las acciones que realizamos todos los días, en el trabajo, en el deporte, en la recreación, etcétera, es decir, haciendo "cosas" cuyo objetivo fundamental no es la adquisición de conocimientos sino otro. Los conocimientos resultan ser un producto secundario de la actividad o la comunicación, y se logran "sin querer". Independientemente de que nos lo propongamos o no, cada vez que interactuemos con objetos o personas la realidad se refleja en nuestro cerebro de algún modo y deja alguna huella, lo que conduce a que se reafirmen las ideas que teníamos, las adquiramos o se modifiquen (los cambios pueden ser en los contenidos conceptuales, procedimentales o actitudinales).
Conocimiento científico. Es un saber fundado, crítico, conjetural, sistematizado y metódico sobre aspectos del universo.
El conocimiento científico es un pensamiento dinámico en la conciencia de los sujetos capaz de utilizar la reflexión crítica sobre un problema. Es cierto que se requieren de ciertos pasos para llegar a él; sin embargo, es necesario un pensamiento categorial para acceder a ellos por lo cual exige la categoría de "totalidad", entendida como la apertura a la realidad que vivimos para concretar en un tópico específico.
El conocimiento científico es aquella verdad descubierta a través del proceso de investigación, basado en todas aquellas evidencias que nos llevan a indagar en la realidad para obtener una verdad con certeza.
Es un sistema de conceptos acerca de Los fenómenos y leyes del mundo externos, los cuales pueden ser comprobados mediante la racionalidad, y la sistematización.
Conocimiento filosófico. El método filosófico no parte de explicaciones científicas, sino de experiencias primarias al alcance de todos como la experiencia de la realidad, la persona, la vida, etcétera. Esto quiere decir que se apoya en la experiencia del ser y no sobre ideas preconcebidas. La experiencia se mejora y se hace más precisa con ayuda de la reflexión racional para llegar a un tipo más elaborado de pensamiento filosófico, el cual contiene muchas verdades pero no es cerrado, pues se puede mejorar y replantear. De esta manera se interroga, se cuestiona sobre sí mismo y sobre la realidad, buscando constantemente el sentido, la justificación, las posibilidades de interpretación respecto a todo lo que rodea al hombre y su existencia misma.
Este tipo de conocimiento tiene como objeto las realidades inmediatas no percibidas por los sentidos que traspasan la experiencia por el método racional, partiendo de lo concreto material a lo concreto supra-material, de lo particular a lo universal. El objetivo no es dar soluciones definitivas a los interrogantes, sino de habilitar al hombre para que use sus facultades en la observación del sentido de la vida, de esta manera el conocimiento filosófico rodea los conceptos de esencia, universalidad, necesidad fundamental, etcétera.
El conocimiento filosófico es un acto personal ya que siempre va a existir un sujeto cognoscente, ya que se produce dentro y no fuera de la persona. También es una relación con la realidad en donde el sujeto debe abrirse al mundo para conocerlo, este objeto que se conoce puede ser la realidad externa, las propias ideas, etcétera. El conocimiento, además, no es puramente físico ya que incluye gran parte de representaciones mentales o psíquicas, a tal punto que muchas veces se reduce el acto cognitivo a eventos neurológicos.
El verdadero conocimiento de las cosas se logra con la experiencia y frecuencia de trato para adquirir cierta naturalidad hacia el objeto y poder asimilarlo. La comprensión de la naturaleza es resultado de la reflexión, de haber filosofado insistentemente, para poder llegar a poseer una idea autentica. La filosofía explica de un modo racional y analítico cómo se llega al hallazgo de un principio de carácter objetivo y universal, esto permite sentar una doctrina filosófica que puede suponerse válida para todos y que está apoyada en la intuición intelectual y la razón, de esta manera sobrepasa el límite personal. El conocimiento filosófico permite dar razón de las cosas en el sentido de la explicación y la teoría.
La epistemología: niveles de conocimiento
Los tres niveles del conocimiento
El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles: sensible, conceptual y holístico.
El conocimiento sensible. Consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.
Conocimiento conceptual. Consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales. La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y el conceptual, universal. Por ejemplo, puedo ver y mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es abstracto. La imagen de padre es singular, y representa a una persona con dimensiones y figura concretas. En cambio, el concepto de padre es universal (padre es el ser que da vida a otro ser). La imagen de padre solo se aplica al que tengo en frente. En cambio, el concepto de padre se aplica a todos los padres. Por esto decimos que la imagen es singular y el concepto es universal.
Conocimiento holístico. También llamado intuitivo, con el riesgo de muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas. En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales, como es el caso del conocimiento conceptual. Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad. La palabra holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la intuición (hotos significa totalidad en griego). La principal diferencia entre el conocimiento holístico y conceptual reside en las estructuras. El primero carece de estructuras, o por lo menos tiende a prescindir de ellas. El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado. Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se puede definir, (definir es delimitar), se capta como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia de una presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente. Aquí está también la raíz de la dificultad para dar ejemplos concretos de este conocimiento. Intuir un valor, por ejemplo, es tener la vivencia o presencia de ese valor y apreciarlo como tal, pero con una escasa probabilidad de poder expresarla y comunicarla a los demás.
La posibilidad y origen del conocimiento.
El origen del conocimiento
El Racionalismo
Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma que un conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal. El planteamiento más antiguo del racionalismo aparece en Platón, quien tuvo la íntima convicción de que el conocimiento verdadero debe distinguirse por la posesión de las notas de la necesidad lógica y de la validez universal.
Es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal, mientras que el empirismo se origina en los hechos concretos.
Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del empirismo, según lo prueba su historia, frecuentemente vienen de las ciencias naturales. Esto se entiende sin esfuerzo. La experiencia es el factor determinante en las ciencias naturales.
En ellas lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio de una cuidadosa observación. El investigador depende totalmente de la experiencia. Suelen distinguirse dos clases de experiencia: una interna y otra externa. El fundamento de un conocimiento válido, no se encuentra en la experiencia, sino en el pensamiento.
El Empirismo
Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único principio del conocimiento, el empirismo (del griego Empereimía = experiencia) opone la antítesis: la única causa del conocimiento humano es la experiencia. Según el empirismo, no existe un patrimonio a priori de la razón. La conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino exclusivamente de la experiencia. El espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento.
El Apriorismo
En la historia de la Filosofía existe también un segundo esfuerzo de intermediación entre el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. El cual también considera que la razón y la experiencia son causa del conocimiento. Pero se diferencia del intelectualismo porque establece una relación entre la razón y la experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la de este. En la tendencia de apriorismo, se sostiene que nuestro conocimiento posee algunos elementos a priori que son independientes de la experiencia. Esta afirmación también pertenece al racionalismo. Si relacionáramos el intelectualismo y el apriorismo con los dos extremos contrarios entre los cuales pretenden mediar, inmediatamente descubriríamos que el intelectualismo tiene afinidad con el empirismo, mientras que el apriorismo, se acerca al racionalismo. El intelectualismo forma sus conceptos de la experiencia; el apriorismo rechaza tal conclusión y establece que el factor cognoscitivo procede de la razón y no de la experiencia.
La posibilidad del conocimiento
El dogmatismo
Para él, resulta comprensible que el sujeto, la conciencia cognoscente, aprehenda su objeto, esta actitud se fundamenta en una confianza total en la razón humana, confianza que aún no es debilitada por la duda.
El dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y realidad del contacto entre el sujeto y el objeto.
Para Kant, el dogmatismo es la actitud de quien estudia la metafísica sin haber determinado con anterioridad cuál es la capacidad de la razón humana para tal estudio.
El escepticismo
El dogmatismo frecuentemente se transforma en su opuesto, en el escepticismo. Mientras que el dogmatismo considera que la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto es comprensible en sí misma, el escepticismo niega tal posibilidad. El sujeto no puede aprehender al objeto, afirma el escepticismo. Por tanto, el conocimiento, considerado como la aprehensión real de un objeto, es imposible. Según esto, no podemos externar ningún juicio, y debemos abstenernos totalmente de juzgar.
Mientras que el dogmatismo en cierta forma ignora al sujeto, el escepticismo desconoce al objeto.
El escepticismo se puede hallar, principalmente, en la antigüedad. Su fundador fue Pirrón de Elis (360 a 270 aC). Él afirmo, que no puede lograrse un contacto entre el sujeto y el objeto. La conciencia y cognoscente está imposibilitada para aprehender su objeto.
El subjetivismo y el relativismo
El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El subjetivismo y el relativismo no son tan radicales. Con ellos se afirma que sí existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene una validez limitada. El subjetivismo, como su nombre lo indica, limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga. El relativismo afirma que no existe una verdad absolutamente universal.
El subjetivismo y el relativismo son análogos, en su contenido, al escepticismo. En efecto, ambos niegan la verdad; no en forma directa como el escepticismo, pero sí en forma indirecta al dudar de su validez universal.
El pragmatismo
El escepticismo presenta una actitud esencialmente negativa. Formula la negación de la posibilidad del conocimiento. El escepticismo adquiere un cariz positivo en el pragmatismo moderno. El pragmatismo, al igual que el escepticismo, desecha el concepto de la verdad considerado como concordancia.
El pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto que es originado por una peculiar concepción de lo que es el ser humano. Dentro de tal concepción el hombre no es primordial-mente un ser especulativo y pensante, sino un ser práctico, un ser volitivo.
El criticismo
Existe una tercera postura que resolvería la antítesis en una síntesis. Esta postura intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo recibe el nombre de criticismo. Al igual que el dogmatismo, el criticismo admite una confianza fundamental en la razón humana. El criticismo está convencido de que es posible el conocimiento de que existe la verdad. Pero mientras que tal confianza conduce al dogmatismo, a la aceptación candorosa, para decirlo en alguna forma, de todas las aseveraciones de la razón humana y al no fijar límites al poder del conocimiento humano, el criticismo pone, junto a la confianza general en el conocimiento humano, una desconfianza hacia cada conocimiento particular, acercándose por esto al escepticismo.
El criticismo examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón humana y nada acepta con indiferencia.
Tipos de cultura
Robert A. Cooke, define la cultura como los comportamientos que los miembros creen que deben integrarse y cumplir las expectativas en su organización. La cultura de la organización se agrupa en tres tipos generales:
Culturas constructivas. En ellas los miembros son animados a interactuar con las personas y las tareas de enfoque de una manera que les ayuden a cumplir con sus superiores para la satisfacción de las necesidades. Las organizaciones con culturas constructivas promueven a los miembros a trabajar a su máximo potencial, lo que resulta en altos niveles de motivación, la satisfacción, el trabajo en equipo, la calidad del servicio, y crecimiento de las ventas. Normas constructivas son evidentes en los ambientes donde la calidad es un valor superior a la cantidad, la creatividad es un valor superior a la conformidad, la cooperación se cree que conduce a mejores resultados que la competencia y la eficacia se juzga a nivel del sistema en lugar del nivel de componente. Estos tipos de normas culturales son consistentes con (y les dan apoyo) los objetivos que la potenciación, gestión de calidad total, el liderazgo transformacional, la mejora continua, reingenieria, y de las organizaciones que aprenden.
Culturas pasivas defensivas. Sus miembros creen que deben interactuar con la gente de manera que no ponga en peligro su propia seguridad. En organizaciones pasivas, los miembros se sienten presionados a pensar y comportarse de maneras que sean incompatibles con la forma en que creen que deben, a fin de ser eficaces. La gente se esmera en complacer a los demás (especialmente los superiores) y evitar conflictos interpersonales. Normas, procedimientos, y las órdenes son más importantes que las creencias personales, las ideas, y el juicio.
Culturas agresivas/defensivas. Se espera que los miembros alcancen las tareas de manera enérgica para proteger su estatus y la seguridad. Las organizaciones agresivas/defensivas alientan o requieren que sus miembros parezcan competentes, controlados, y superiores. Los miembros que buscan ayuda, reconocen las deficiencias, o conceden su posición, son vistos como incompetentes o débiles. Estas organizaciones hacen hincapié en encontrar los errores y eliminar a los "errores", alentando a los miembros a competir unos contra otros.
Una cultura es fuerte cuando el personal responde a los estímulos debido a su adaptación a los valores de la organización. En tales ambientes, las culturas fuertes ayudar a las empresas a funcionar como máquinas bien engrasadas.
Por el contrario, hay una cultura débil cuando hay poca alineación con los valores de la organización y el control debe ser ejercido a través de procedimientos exhaustivos y la burocracia.
En una cultura fuerte, la gente hace las cosas porque creen qué es lo que hay que hacer, hay un riesgo de otro fenómeno, pensamiento de grupo. "Pensamiento de grupo", fue descrito por Irving L. Janis, lo definió como "... una forma fácil y rápida para hacer referencia a un modo de pensar que las personas realizan cuando están profundamente involucradas en un grupo interno de cohesión, cuando los esfuerzos de los miembros de la unanimidad anulan su motivación para evaluar de manera realista las alternativas de acción". Este es un estado donde la gente, incluso si tienen ideas diferentes, no desafía el pensamiento organizacional, y por lo tanto hay una menor capacidad de pensamiento innovador. Esto podría ocurrir, por ejemplo, donde hay una gran dependencia de una figura carismática central en la organización, o cuando hay una creencia en los valores evangélicos de la organización, o también en los grupos donde el clima es agradable en la base de su identidad (evitación de conflictos). Los miembros que son desafiantes con frecuencia son rechazados o vistos como una influencia negativa en el resto del grupo, porque traen conflicto.
Las organizaciones innovadoras necesitan de personas que estén dispuestas a desafiar el status quo-ya sea el pensamiento de grupo o de la burocracia, y también necesitamos procedimientos para aplicar las nuevas ideas de manera eficaz.